Mi alegría de abril

Isabela hace 3 meses

Isabela

Traviesa, alegre y cariñosa defino a esa pequeña que llenó mis días de felicidad. Hoy, inevitablemente, me refugio en ese momento, en cómo ocurrió todo, y a pesar de haber conocido ya a su hermanita Daniela (la cual adoro igual) fue reconfortante el momento de ver a Isabela y recibirla con lágrimas en mis ojos.

Cada grito que daba con su llanto de recién nacida, con tanta fuerza, era un latido más fuerte en mi corazón, al ver a esa criatura tan nueva y cercana brindándome por segunda vez el placer de ser tía.

Resulta que un día como hoy, pero hace cuatro años nació Isabela. Para mi: amor, luz y júbilo conformaron su llegada. Mi sobrina menor que siento tan mía como si fuera mi creación, y aún así, sin serlo, es una de mis inspiraciones, un motivo para ver la vida con más esplendor.

Ella y su hermana son lo más anhelado por mi como sobrinas, y es que tía Sofi es para ellas algo similar, no porque lo diga yo, sino porque lo he visto en sus ojos, sus acciones, en lo cotidiano, en sus relatos, sus historias de niñas.

Isabela llegó en abril de ese turbulento 2011, que fue para mi el año donde culminaba mi grado de licenciatura, por mencionar un acontecimiento de los más importantes y preocupantes de la época, aún así la acompañé el mes antes de llegar a este mundo. Le hablaba desde que habitaba en su placenta, desde esa realidad confusa por el sangramiento de un maldito pólipo, cosa que nos preocupó a las 35 semanas de su gestación y nos hizo fieles huéspedes del hospital donde nació.

Tocando lo más cercano a ella,  disfrutaba cada detalle de sus movimientos. Allí es donde comienzo a creer en los milagros de la naturaleza, del ser humano, de la herencia, de ver cómo esa peque se parece a mí, como muchos lo afirman. Pareciera que le transmitiera, no solo por los genes, esa complicidad y empatía que nos abraza.

Mi orgullo por ella es indescriptible, mi amor incomparable y a la vez compartido con su hermanita.

Muchos me plantean que cuando tenga hijos ese amor será suplantado, no creo que haya comparación, cada cosa en su lugar, cada sentimiento va acompañado de lo que te une, de lo que signifique para ti.

A mis hijos los adoraré-pienso- pero sinceramente mis sobrinas son lo más parecido a eso, aún sin tenerlos, lo sé por todo lo que he vivido con ellas, por el amor que le profeso, por cada enseñanza y cada disfrute. Indudablemente esto también está marcado por la afinidad con mi hermana, por el amor y la cercanía que hemos tenido siempre.Las bebas hacen el dúo armónico que me llena de vida, son la combinación de felicidad e inocencia que adornan el momento cada vez que aparecen.

Isabela es esa niña llorona inquietante pero con una dulzura que me encanta, por sus ocurrencias, picardía y despiadada manera de bailar, jugar y fantasear.

Por eso a ti, Isa, mi niña más pequeña te dedico estas líneas. Aunque no las veas ahora, sé que algún día te harán sonreír y verás reflejado lo que  te demuestro.

Escribo deseándote Muchas Felicidades, que cumplas muchos años, y que recibas el interminable abrazo de tía, que te ama, te ama inmensamente, esto es una muestra de ello.

Vivo feliz por ti, porque estés bien. Deseo poder disfrutar de tu infancia y otras etapas el mayor tiempo posible.

Felicidades mi princesa, mi “Isi de tía” como dices muchas veces desde que aprendiste a hablar, incluso a cantar.Te adoro. Gracias por tus motivos, por el renacer de mis sensaciones cada vez que te veo llegar y correr hacia mi. Gracias por esta alegría de abril.